3/3/10

Soy un pendejo...

Era una tarde normal en el Valle de México cuando súbitamente... ¡Bang! se escucha tremendo golpe, segundos después un edificio cae, y la cuadra se comienza a llenar de polvo. María, la chica encargada del puesto de revistas de la esquina asoma la cabeza poco apoco por el cristal cuarteado de su puesto, después de haberse escondido debido al susto. De entre los escombros puede ver las sombras de dos figuras, identificó fácilmente a una de ella. "Super Conejo", dijo aliviada, sus enormes orejas eran inigualables, su logo personal. La otra figura no la reconocía. Seguramente sería uno de esos villanos que intentaban controlar la ciudad, pero claro, Super Conejo los protegería, aunque en este caso se veía claramente dañado, estaba segura de que ganaría. Lo que María no sabía era que esta vez la historia no seguiría ese curso.

La batalla había sido acordada tanto por Super Conejo, como por el nuevo adversario, Cabo Bailarín. Usualmente la gente no sabe que los superheroes, y supervillanos, necesitan medir fuerzas entre ellos, por el simple hecho de divertirse. Si bien es una parte importante el hecho de salvar vidas, muchas veces es mas trascendente para el superhéroe liberar el exceso de fuerza que contiene en su interior, a veces es insoportable tener que aguantarlo hasta que ocurra una situación donde se soliciten sus servicios. Por esta razón el Consejo Mundial de Superheroes y Supervillanos (WCSS, por sus siglas en inglés), con sede en la ciudad de Ginebra, declararía en 1976, la implantación de un sistema liberador de energías para estos superhombres, donde tendrían permitido pelear entre sí para bajarse la "superhormona" y así librarse del estrés que conlleva tener algún tipo de poder. Esta era la primera vez que Super Conejo hacía uso de este derecho.

La cita sería cerca de la conocida casa del "Padre Independiente", de ahí verían a donde dirigirse. Super Conejo, despertó temprano ese día. Si bien no era su primer encuentro, solo pensar en ello lo mantenía nervioso. ¿Qué tan fuerte sería el adversario? Únicamente había charlado un poco con él, y solo habían tocado el tema de la pelea. Super Conejo salió de su casa, es regla conocida que todo superhéroe debe mantener su bajo perfil, y Super Conejo no era la excepción. Nadie sospechaba nada de él, ni las personas que mas convivían con él. Tomó el transporte que lo dejaba en el lugar indicado, al llegar se recargó en una de las paredes que había en el lugar, solo se dedicó a ver pasar al a gente. ¿Cuántos de ellos no tendrían también superpoderes?¿Cuántos no habrían librado alguna lucha esa misma mañana?, de alguna forma se debía entretener, y hacerse preguntas sin sentido o posible respuesta calmaba un poco el ansia de espera. Sin pensarlo miró en dirección a la salida del lugar donde se encontraba y ahí lo vió. Cabo Bailarín llegaba. Mantenía, al igual que el, un bajo perfil, nada había extraño en él, nada parecía extraordinario, salvo sus oscuros ojos. No hubo necesidad de presentaciones, Cabo Bailarín se acercó, elevando su mano para saludar a Super Conejo, el devolvería el saludo. Salieron juntos del lugar, pretendiendo una plática común y corriente de dos personas que acaban de conocerse, aunque ambos sabían claramente lo que sucedería.

Cabo Bailarín, había escogido el lugar de la contienda, el techo de un edificio desolado, lugar que quizá alguna vez fuera un gimnasio o un vapor, solo a unas cuadras de la casa del "Padre Independiente". Esperaron unos minutos antes de entrar, mientras se desalojaba la calle, hablando sobre las actividades que cada uno realizaba en su día a día de personas comunes y corrientes, cuando eran obligados a vivir como todos. Algo comenzaba a sentir Super Conejo que lo ponía aún mas nervioso, emocionado. Cuando no hubo gente que los viera, entraron cuidadosamente al edificio. Cabo Bailarín ya lo conocía, así que guió a Super Conejo a través del lugar, éste se sentía extraño, sería su primer batalla después de mucho tiempo de inactividad, y si bien Cabo Bailarín no era un veterano, tenía mas experiencia en peleas que Super Conejo. Llegaron al techo del lugar, completamente vacío. Se escuchaba ligeramente el sonido de la calle. Ruidos de autos, hombres, algunos perros, niños, todos transitando sin idea de lo que ocurriría en ese momento. Ambos colocaron mácaras sobre sus rostros, estaban listos, esperaban la señal.

Una súbita ráfaga de viento llegó arrastrando polvo y hojas secas. Sería esta la marca de salida. Avanzaron corriendo uno contra otro. Super Conejo intentó conectar un golpe pero Cabo Bailarín era bastante rápido, lo esquivó fácilmente, y contraacó con una patada que daría de lleno en el estómago de Super Conejo, éste cayó al suelo. Lejos de sentirse mal, a pesar del dolor, sentía una emoción incontenible, era lo que buscaba desde hacía ya mucho tiempo. Se levantó con dificultad del suelo derramando un poco de sangre de su boca. Volvió a lanzarse con todo contra Cabo Bailarín, pero este volvía a esquivarlo. Tomó a Super Conejo de ambos brazos y lo tiró al suelo, bocabajo. Cabo Bailarín tenía inmovilizado a Super Conejo, sentado en su espalda, sosteniendo sus brazos, acercó su cabeza a la del jóven superhéroe, solo pudo escuchar los gemidos de dolorde éste. Era como si Cabo Bailarín disfrutara haciéndolo sufrir. Repentinamente soltó sus brazos, se levantó y se fué a recostar, había terminado el primer round. Super Conejo se recostó junto a su adversario, no dijeron nada, solo veían sus rostros, los malditos ojos de Cabo Bailarín. Era lo mejor que Super Conejo había sentido en mucho tiempo. "¿Otro round?", Super Conejo estaba visiblemente cansado, pero aceptó el reto. Se levantaron ambos gladiadores, preparándose para la siguiente contienda. Super Conejo rápidamente intentó colocar una patada en los pies de Cabo Bailarín para acabar con el equilibrio de este, pero fué mas rápido el experimentado superheroe, y esquivó el golpe con un hábil salto. Sería el turno de Cabo Bailarín para atacar. Tomó a Super Conejo de los hombros, acercándolo hacia él, y dió un rodillazo en el estómago de este. Super Conejo no aguantó el golpe, un asqueroso chorro de sangre saldría de su boca y caería el superhéroe en el suelo, ya débil. Cabo Bailarín se acercó, "no te preocupes", ayudó a Super Conejo a levantarse y limpió la sangre de su boca "¿seguimos?", Super Conejo asintió. Continuó la batalla, aunque claramente, Cabo Bailarín fué mas gentil con Super Conejo al principio, terminó tomándolo del cuello, saltándo cientos de pies en el aire y lanzándolo con todas sus fuerzas al lugar. Tremendo golpe que acabaría con toda la construcción, levantando una enorme nube de polvo. Volvió a ganar Cabo Bailarín el round. Super Conejo se levantó, no podía hacer mas, Cabo Bailarín se paró junto a él, tomándolo en sus brazos y lo llevó a un lugar donde no pudiera verlos la muchedumbre que llegana debido a la destrucción del edificio. Ya lejos, volvieron a recostarse, uno al lado del otro, ambos exhaustos, derramando enormes gotas de sudor. Se levantó Cabo Bailarín, sin decir una palabra, lo siguió Super Conejo, retiraron sus máscaras y salieron del escondite, nuevamente manteniendo un bajo perfil, e iniciando su plática. Llegarían a la casa del "Padre Independiente" y se despedirían. Se dirigieron a direcciones opuestas. Super Conejo no entendía plenamente lo que acababa de ocurrir, no sabía cómo reaccionar, pero toda esa energía se había liberado, se sentía pleno, cansado pero liberado de un gran peso. Solo que algo no andaba bien.

La batalla dejó a Super Conejo con un extraño sentimiento, de querer saber mas sobre Cabo Bailarín, de conocer su historia, posiblemente formar una alianza. Pero quedaba mas que claro que Cabo Bailarín solo quería pelear con Super Conejo para liberar energía, Super Conejo no lo entendía. Platicaron días después sobre el asunto, que fué de mucho agrado para ambos contrincantes, "te recomiendo que para la próxima vez, si es que la hay, golpees más. Golpes mas rápidos...", dijo Cabo Bailarín a Super Conejo. Entonces quería la revancha, Super Conejo deseaba mas que nada vovler a enfrentarse a este misterioso contrincante, pero no quería que solo fueran peleas sin sentido, no quería que todo se basara en eso. Después de esta charla hubo otra, Super Conejo hizo todo lo posible para mantener la charla indiferente que hasta entonces llevaban, pero dentro de él ardía el deseo de volver a enfrentarse a Cabo Bailarín, o mejor aún, de unirse a él, se sentía como un estúpido, depués de tanto tiempo, llegaba el compañero que esperaba, pero a este no le interesaba Super Conejo, únicamente las batallas.

Super Conejo, sal de ahí, deja de pensar en uniones irreales, y enfocate en ganar. ¿Pero es solo ganar lo que quieres? Cabo Bailarín aceptaría una revancha, y no solo él otros se han acercado...¿Señor Iguana?... Super Conejo, pero tú quieres algo mas. Bueno, es solo tu decisión.


4 comentarios:

  1. Perdoname!!, creo que el pendejo SOY YO!!

    Todo lo ví, puercamente en un sentido sexual!!

    de nuevo, perdoname!

    Saludos.
    p.s. tal vez necesito SuperSexo :(

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  2. Yo sería super Pervertido hahahaha porque esperaba leer el momento en que se encueraban, yo también necesito más sexo en mi vida!

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  3. Hola¡
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    Un beso
    tatiana.

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  4. Hace mil años que quiero comentarte y por una cosa u otra no puedo accesar a tu pagino sin embargo te sigo...

    Tus historias me encantan aunque debo decirte que esperaba mas de Super Conejo.

    Continuara?

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