1/10/09

El Desconocido del Metro...


No se porqué, pero ese fué el único título que se me ocurrió para lo siguiente...

Como siempre, estaba yo esperando al metro. Llega, me subo y wiii había asientos desocupados, así que me siento. Como "pocas" veces, la tensión sexual en el útlimo vagón estaba cabrona, ya saben, lo típico.
Como eso me desespera demasiado, y a falta de un buen libro, música o algo interesante en que reflexionar, acudí a mi antigua manía de buscar a alguien con quién hablar. Afortunadamente (en teoría) frente a mí estaba sentado, leyendo una especie de partitura, un chavo que ya antes había visto en la escuela, ooh si, una víctima para mis absurdas pláticas.
-¿Vas en la prepa verdad?-
Interrumpe su lectura y me voltea a ver, dudando de si me dirigía a él. Supongo que al ver mi típica sonrisa dirigióndose a él comprobó que, efectivamente, le estaba hablando.
-Sí- me responde cortantemente
-jaja sí, ya te había visto en la prepa jaja...¿Cómo te llamas?
-Gerardo-
-Oh ok, yo soy Carlos-

La plática continuó, podríamos denomiranla como una "small talk", "chitchat", conversación sobre temas intrascendentes pues. Traté de hacerle charla sobre la escuela, un poco de la partitura que estaba leyendo (woow era una partitura para violín), y bueno, fué para lo único que nos alcanzó el corto tiempo que dura el viaje de estación a estación. Creo que respondía a mis preguntas muy forzadamente, y realmente yo era el que más platicaba (como usualmente ocurre).

Llegamos a Tacuba,-Aquí me bajo, ¿y tú?- me pregunta.
-Pues de hecho me tenía que bajar antes jaja, pero bueno ni pex jaja, me regreso.
Se me queda viendo con cara de "este pendejo qué"...

Subimos unas escaleras, el se iba para la línea azul, y yo de regreso una estación.
-Ok, pues me tengo que regresar chavo...jaja ¿Me dijiste que te llamas Gerardo verdad?
-Sí- de nuevo cortante y de nuevo la cara de "este pendejo qué".
-Ok puees, nos vemos- con mi típica sonrisa.

Sé que muchos desconocidos son impertinente, y a mucha gente puede resultar molesta. Sé que muchas veces alguien "x" interrumpe cosas importantes. También sé que no se puede confiar plenamente en los desconocidos y menos en uno que parece tener una sobredosis de azúcar.

Sí, yo soy ese desconocido, soy ese alguien "x", ese tipo con la sobredosis de azúcar.

Es gracioso lo que pasa en el metro, cosas como estas me hacen valorarlo un poco... Fuera del olor a sope, el amontonadero de gente, arrimones, manoseadas y demás, el metro puede ser un lugar interesante... esperemos mas experiencias así...

No hay comentarios:

Publicar un comentario