Diecinueve

Recuerdo que comenzaron a escucharse las hojas secas de los árboles chocando con la piedra. El típico sonido de un fuerte viento que nos despeina y agita a todas las plantas haciendo que pierdan su follaje y comienze el sonido de aguacero.

Recuerdo que en ese momento desperté de un sueño que continuaba a pesar de comenzar la rutina que ocurre cada día. En medio de el sonido de los autos, y de la plática de la gente.

Recuerdo que caminaba con un rumbo, finalmente. Y que este parecía llevarme a un destino al que podía llegar a pesar de los obstáculos. Apesar de la gente que se atravesaba a mi paso, y que inconcientemente intentaba detenerme.

Recuerdo que entré de lleno, y cuando creí que iba a terminar, se alejó la niebla y apareció un camino que parecía aún mas largo que el anterior.

Recuerdo que al llegar me sentí adolorido y nervioso, pero muy emocionado al ver el nuevo puente que se despejaba, y que me llevaría a algún otro lugar.

Recuerdo que me desmayé, quede tirado por varios minutos, horas o quizás días... Pero me levanté y he comenzado a andar por este nuevo sendero.