11/11/09

Y ahora...

Y ahora dice que no sabe por que. Lo sabe muy bien, y aunque una canción haya desatado esta lluvia (nada más desata una lluvia tan real en su ser), sabe que esa lluvia tiene sus motivos. El creer que se equivoca con cada paso que da, el no aprender a bajar su guardia y hablar un poco desde el interior, el comenzar a saberse solo por las malas decisiones que ha tomado, el que ha dejado de confiar en sus mismos sueños, el no creer en el sexo pero tampoco en el amor, el esconderse tras papeles y letras.

Todo esto se ha ido acumulando durante estos días, este mes, este año, durante el cual no quizo hablar de sí, y se escondió tras un bonito antifaz diamantino. Pero ahora, ahora lo sufre, y lo sufre bastante, porque cree que está bien así y que cambiar podría traerle algo peor... inseguridad.

Y ahora, después de una charla imaginaria, unas penosas lágrimas derramadas en ese lugar secreto ,pero tan poco privado, y un sueño tras el cual pensó que todo marcharía bien... ¿Qué vino?...

Una canción, y el mar se desplomó; una canción, y cayó fuego del cielo; una canción, y se vió en ese espejo de emociones que tanto ha querido ocultar, pero que claro, solo revela en su soledad.
Dos veces en el día escapó la gotera a través de sus ojos, y era necesario como fuga para su autoherido interior, pero aún se pregunta porque lo hace.

Comienza una nueva función, regresa el antifaz, y la válvula de escape debe volver a ser ocultada, después de todo, ¿a quién le importa esa parte? Hasta que no aprenda a transformar los mínusculos cuerpos de agua de mar en cristales, que convinen con su antifaz, no podrán ser considerados como bellos, y alejar la belleza aparente, es lo que teme.



Les Larmes - Man Ray

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